Hace años que se encontraron en el óvalo de tu barbilla, y desde entonces no dejaron de jugar a ser la mitad perfecta. Sus manos se reencontraban cada tarde superactuando una relación senilmente premeditada. Se entretuvieron enredándose las ganas, empapándose de momentos motivados por las prisas de la primera vez. Caminaron descoordinados buscándose en fotogramas románticos, creyéndose una historia marcada por la inmadurez del deseo. Su relación acabó fruto de la dejadez de unos sentimientos sin masticar, de unos sueños forzosamente impuestos, de una mentalidad barroca que esculpía en barro canciones de amor.

Sus vidas transcurrieron al compás del paso del tiempo, construyendo los ideales que solo la experiencia es capaz de darnos. Sus caderas se movían por separado, y sus manos tanteaban la piel de la impaciencia. Ambientaron su día a día en brazos contiguos, asegurándose un futuro dibujado a contra luz. Ellos jugaron con el pasado y soñaron con el futuro, pero ¿y hoy?...

Hoy, la ventana de su habitación refleja dos cuerpos desnudos marcados por la cicatriz de la felicidad, hoy supieron verse sin mirarse, hoy se redescubren, hoy no fingen, hoy se respetan, hoy se admiran, hoy se escuchan, hoy son uno, hoy son dependientes, hoy son para siempre, hoy si y mañana también, hoy se gustan, hoy se comen a besos, hoy se quieren, hoy se aman, hoy no follan, hoy........hacen el amor.

Querer es una asignatura de la que deberemos examinarnos todos los días, asegúrate de que tu tutor sepa valorar tus aptitudes.